El signo de Caín
Yace el cuerpo aún caliente del hermano,
buscas el lugar en dónde guardar
el cuerpo de la infamia,
la rabia deja paso al doloroso sosiego.
Marca innegable de nuestra estirpe.
Asentados en tierras propias y ajenas
mueren y matan por Dioses del cielo
y falsos Dioses terrenales,
amurallan desiertos y prados
libres de fronteras,
ensalzan emblemas y banderas
corean himnos y rezan.
Espejo opaco que no refleje luz
del ser que mi especie alimente,
musulmanes, judíos, cristianos,
mezquitas, iglesias, sinagogas,
para qué tanta oración ,
para qué tanto dolor,
para qué tanta sangre y destrucción,
si el infierno es nuestra naturaleza,
nuestra naturaleza más ancestral.
Toni Aznar
Derechos Reservados
Marzo 2.011
www.taznar.blogspot.com
Magnifico sin mas palabras que decir ............me encanto cuanta belleza envuelve este poema !!! felicidades Poeta .................
ResponderEliminarSiempre diferente, redondo e intenso
ResponderEliminarvaya manjar poético...
Espejo opaco que no refleje luz
ResponderEliminardel ser que mi especie alimente,
musulmanes, judíos, cristianos,
mezquitas, iglesias, sinagogas,
para qué tanta oración ,
para qué tanto dolor,
para qué tanta sangre y destrucción,
si el infierno es nuestra naturaleza,
nuestra naturaleza más ancestral.
BELLO POEMA